martes, 1 de septiembre de 2015

FES, ALHUCEMAS Y EL DESASTRE DE ANNUAL


Los ancestrales y conocidos curtidores de Fes donde se curte y da colorido a las pieles de cordero como desde hace siglos. La visita a las azoteas desde donde se pueden observar estas panorámicas requiere de un ramito de menta en la nariz para soportar el fuerte olor, casi nauseabundo, que es el precio a pagar para ver esta imagen. 


Un paseo por su Medina es un viaje a través del tiempo, un viaje a una época donde muchos de los musulmanes expulsados de Granada en 1492 por lo Reyes Católicos fueron a establecer su residencia. La mezcla de olores, sonidos y colores son lo que dan lugar a esa sensación de regresión en el tiempo.




Uno de los diferentes paisajes que nos encontramos ya más al norte, en la zona cercana a Annual, muy parecido a nuestras agrestes tierras murcianas.


Y el momento emotivo del viaje. Este monte guarda la triste historia de la muerte despiadada de miles de soldados españoles desarmados el 9 de agoste de 1921, a manos de las tropas rifeñas en la batalla conocida como "El desastre de Annual", durante la Guerra del Rif. Esta posición fue defendida por soldados a la espera de ayuda que no llegó, y cuando una vez rendidos al enemigo regresaban a Melilla fueron abatidos unos 3000 hombres. Enterrados aquí podían encontrarse todo tipo de objetos militares con sello español, aunque ya expoliados por las gentes locales que intentan vender a los mínimos visitantes como nosotros.
Esta iniciativa patriótica y de respeto a los que murieron por su país del amigo Pedro fue algo que al menos yo no esperaba, pero que se quedó grabada en el grupo.


Y un pedazo de roca junto a la costa africana perteneciente al Estado español, el Peñón de Alhucemas, utilizado como acuartelamiento militar. Playas con encanto, con vegetación a pocos metros del mar, sin mucho ladrillo aun, sin turismo de masas.


Preciosa vista del Mediterráneo desde lo alto de una zona acantilada en Alhucemas donde el viento sopla agitando el mar de sobremanera.


El mercadillo de la ciudad fascina por la cantidad y lo atractivo de frutas y verduras, carne a temperatura ambiente, mezcla de olores y colores.


Y en nuestra última puesta de Sol de este viaje, unos soldados marroquíes con sus petates se pierden en el anochecer tras su turno en una de las zonas más turísticas y occidentalizadas del país.



Sin duda me traigo de esta aventura una imagen más realista de la que tenía sobre Marruecos y sus gentes, un aprendizaje, una experiencia, unos amigos, un darme cuenta de que después de cada viaje uno ya no vuelve a ser el mismo nunca.



2 comentarios:

  1. Que lugares mas bonitos, eres afortunado ojala yo pudiera...así que disfrutalo mucho y llevate una buena experiencia y recuerdo de tan bellos lugares

    ResponderEliminar
  2. Bello viaje, muy buenas experiencias, paisajes naturales y humanos insuperables...mejores compañeros de viaje. Excelente presentación!
    Saludos
    Tomás Pérez

    ResponderEliminar